Decálogo del inversor

El presente es nuestro decálogo del inversor. Su contenido sintetiza nuestra filosofía inversora. El mismo conforma una serie de premisas fundamentales para la toma de decisiones.

Somos conscientes que no siempre es posible ser fiel a todas estas premisas simultáneamente, pero consideramos que es válida su lectura y meditación permanente para formar criterios sólidos de toma de decisiones.

Recomendamos además estar en contacto con cierta frecuencia con su ejecutivo de cuenta, quien realiza permanentemente seguimiento a los mercados y a su cartera.

Optimiza la distribución de tus activos

La asignación de activos es, de manera abrumadora, la principal estrategia para obtener rentabilidad y tranquilidad al mismo tiempo. 

Lo que realmente vale para tu tranquilidad y bienestar, es la asignación o alocación de activos, esto es, cómo divides tu cartera. Se refiere a las proporciones de renta fija/ renta variable o nacional/ extranjero, o dólar/ otras monedas. Esto está muy vinculado a tu perfil  inversor, en cuanto a la relación riesgo/ beneficio.

Para conocer su perfil de riesgo, haga click en el link "Determine su perfil de inversor".

Corre riesgos calculados

Quien es excesivamente precavido alcanzará pocas cosas.
(Friedrich von Schiller)

Los beneficios  son proporcionales a los riesgos que tomes. Esta es una ley general de los mercados. Esta es la razón por la cual los certificado de depósitos de cinco años pagan más que los de seis meses (aunque no siempre es así). La historia comprueba sin lugar a dudas este principio, en 1926, las acciones (un riesgo alto) pagaban más que los bonos del Estado (un riesgo medio) que, a su vez, superaron a las letras del Tesoro (un riesgo bajo). No incluimos en este razonamiento el riesgo de inflación.

Entre muchos puntos, esta ley sugiere:

  • Para obtener ganancias  que superen a la tasa de interés, tienes que invertir algún dinero en activos considerados riesgosos, como las acciones –a la larga, son la única inversión que le gana a la inflación.
  • Si un vendedor financiero te dice que su producto ofrece alto rendimiento sin riesgo alguno, que te lo ponga por escrito. Luego envía el texto y su tarjeta de presentación a la Comisión de Valores, seguramente está mintiendo.

Diversifica

De sabios es guardarse hoy para mañana y no aventurarse todo en un día.
(Miguel de Cervantes)

Nada puede quebrantar la ley del riesgo-beneficio, pero una cartera diversificada puede inclinarla a tu favor. Al dividir tu dinero de forma apropiada entre diferentes tipos de activos, el aumento de unos compensará la caída de otros, mesurando así tu riesgo global sin tener a cambio una caída proporcional. Para que la alquimia funcione debes preferir activos cuyos ciclos de altibajos no ocurran sincrónicamente: acciones (tanto nacionales como extranjeras, así como de pequeñas y grandes compañías), bonos (con diferentes plazos de vencimiento), dinero en efectivo, inmuebles y otros bienes.

Practica la paciencia

No le debo mi fortuna a mis ideas, sino a mi postura. ¿Lo entienden? Hay que permanecer inmóvil.
(Edwin Lefevre)

Esta tajante declaración apareció publicada en 1923, en las memorias ficticias de Lefevre basadas, según se dice, en el legendario hombre de negocios Jesse Livermore, y es citada por los asesores financieros como si se tratara de la Biblia. 77 años después, los profesores Terrance Odean y Brad Barber estudiaron las transacciones de 66 mil familias entre 1991 y 1996, y descubrieron que aquellos que realizaron menos operaciones ganaron 7 puntos porcentuales al año más que los que efectuaron más transacciones. Moraleja: Una vez que dispongas tus activos en una asignación ideal, no juegues con ellos. Sopesa tus cuentas una vez al año, pero si todo va bien, escucha a Livermore y quédate quieto.

No estés pendiente de las variaciones diarias del mercado

La verdadera clave para hacer dinero con acciones es no tenerles miedo.
(Peter Lynch)

Qué agradable sería poder vender antes de que ocurriera un descenso en los mercados y luego volver como en los viejos tiempos. Pero es muy complicado. No todos saben cuándo cambiarán los mercados. Y si sucede, los mercados tienden a moverse en rápidas explosiones. Para cuando te das cuenta de que el avance inició, ya es demasiado tarde. Si dejas pasar ese momento, perderás muchas ganancias. La lección: la manera más segura de invertir con éxito es comprar barato y mantenerse firme.

No imites a la multitud

“La moda se pasa de moda”
(Coco Chanel)

En las palabras del legendario financiero Sir James Goldsmith, “Si ves a la gente subirse al carro de la moda, es demasiado tarde.”

A finales de los 90’s, la moda entre los inversores eran las tecnológicas y las punto.com , el fondo valor ‘Firsthand Technology’. Tenía un rendimiento del 23.7%, pero los inversores se abalanzaron sobre este fondo valor luego de que se disparará a un increíble 190.4% en 1999. Sin embargo, estaba a punto de ocurrir la caída en picada del 2000, y Firsthand pronto se convirtió en un fondo pasado de moda. El resultado ejemplificó los peligros de seguir a la multitud .La caída de la cotización de las tecnológicas dejo profundas heridas en los inversores.

Compra a precios bajos

Si un negocio vale un dólar y yo puedo comprarlo por 40 centavos, algo bueno me espera. (Warren Buffet)

Las mejores acciones del Dow Jones en la última década no incluyen a Intel o a Microsoft. Caterpillar las supera con un rendimiento del 212%. En 1997, a la mitad de la locura tecnológica, el mercado estaba tan aburrido del negocio de esta empresa (maquinaria industrial) que los inversores pagaban sólo 11.5 dólares por cada dólar de ganancias. Si el valor actual de las acciones, de 16.1 veces, es correcto, entonces esto significa un descuento de casi 30%. Los inversionistas avispados no necesitaron prever el boom de la construcción, sólo reconocieron la ganga y confiaron en el mercado.

Invierte en el extranjero

El mundo es un libro, y quienes no viajan leen sólo una página.
(San Agustín)

Durante la última década, una cartera dividida 80%-20% entre inversiones domésticas en Estados Unidos e inversiones internacionales tendría un rendimiento anual promedio de 8.4%, aproximadamente el mismo rendimiento de una cartera con el 100% de su inversión en acciones domésticas. Sin embargo, dado que el mercado estadounidense y el mercado exterior se compensan mutuamente en sus altibajos, la cartera global fue 4% menos riesgosa que la cartera exclusivamente americana. La mayoría de los inversores en Estados Unidos tienen menos dinero en fondos extranjeros del que recomiendan los expertos (el porcentaje aconsejado varía de un 15 a un 25%), pero no tienes que ser como ellos.

Mantén la perspectiva

No hay nada nuevo en el mundo, salvo la historia que ignoras.
(Harry Truman)

Cuando el Dow Jones pierde 300 puntos en un día, es normal sentirse perdido. Y cuando el mercado tiene un aumento repentino, es fácil convencerse de que las acciones han entrado en “un nuevo paradigma.” No te engañes, como solía decir Sir John Templeton: “La cuatro palabras más costosas son –Esta vez será diferente-.”

Para no perder la perspectiva ten en cuenta lo siguiente:

  • Desde 1970, en cada mercado alcista las acciones han caído un 10% o más al menos una vez. El tiempo promedio para recuperarse: 107 días.
  • Con el paso del tiempo, los mercados tienden a mantenerse fieles a sus tendencias a largo plazo, a esto se le llama “regresión a la media.” Las manías y las fobias no duran mucho.

Sólo hazlo

Desear y planear son acciones que necesitan de la misma energía.
(Eleanor Roosevelt)

La planeación financiera es un acto que cuesta. Nuestro cerebro está conectado para infravalorar las metas a largo plazo y exagerar el costo del sacrificio a corto plazo. Aún así, los estudios demuestran que las personas que planean -aunque sea un poco- su retiro, ahorran el doble comparadas con aquellas que no planearon en absoluto.

Sé humilde

Cuando no sepas una cosa, reconoce que no la sabes. He allí el conocimiento.
(Confucio)

Invertir es apostar en un futuro desconocido. Lo sabio es aceptar este desconocimiento. Confesémoslo, no es fácil. Nuestras mentes están diseñadas para pensar que el futuro se parecerá al pasado reciente. Además estamos preparados para actuar según las predicciones de los expertos, que tampoco saben a ciencia cierta lo que sucederá.

Ser humilde ante la incertidumbre te evita errores costosos. Antes de invertir, te plantearás una pregunta clave: ¿Y si me equivoco?

Pide prestado con responsabilidad

Cuando la vida termina cercando a aquél que ha pedido prestado demasiado dinero sobre la base de un exiguo ingreso, no hay para él salidas de emergencia.
(John Kenneth Galbraith)

Enfrenta esta verdad: A los bancos hipotecarios y a los emisores de tarjetas de crédito no les importa si tus pagos mensuales te impiden reservar algo de dinero para tu plan de ahorro o el fondo de tus hijos. Tienes que fijar tus propias reglas:

  • No adquieras deudas de tarjeta de crédito. Cero deudas. No está bien pagar 15% de interés porque pediste prestado para llegar a fin de mes.
  • Solicita préstamos sólo para comprar un activo valioso: una casa, sí. Educación, sí. ¿Unas vacaciones, una cena elegante o una pantalla plana? No.

Habla con tu pareja

En cada matrimonio hay lugar para un intérprete.
(Stanley Kunitz)

Tu socio principal no es tu agente de Bolsa, es tu pareja. Ya sabes, es quien posiblemente posee la mitad de tus bienes y cuyo destino está unido al tuyo. Sin embargo, las investigaciones arrojan que los cónyuges no pueden ponerse de acuerdo en cosas tan básicas como sus ingresos y ahorros. Llamada de atención: para tomar las decisiones correctas debes hablar, mejora la comunicación con tu pareja.

  • Hombres: No asuman que a ella no le importan estos temas. Sí le importan. Pero tienes que dejar los tecnicismos y hablar con claridad.
  • Mujeres: No se lo dejen todo a él. Como mínimo, estén al tanto del lugar donde guarda los papeles importantes y cómo invierte su dinero.
  • Ambos: Céntrese en las metas, no se trata de un concurso de quién lleva la razón.

Ten la cortesía de dejar las cosas ordenadas a tu descendencia.

Sólo aplaza para mañana aquello que estés dispuesto a dejar inconcluso tras tu muerte. (Pablo Picasso)

Debido a  esta frase, Picasso murió sin planear su herencia. Les tomó años a sus herederos llegar a un acuerdo con las autoridades francesas. Aunque tu legado sea más modesto, no tienes excusa para no tomar las medidas elementales para hacerles la vida más sencilla a los que te sobrevivan. Cubrir lo básico no cuesta mucho.

Consulta a  un abogado especializado en familia si es posible.

Consulta a un experto impositivo para no tener sorpresas con el fisco.

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